jueves, 20 de octubre de 2011
Hell's not well
A las flores del bosque no les importan tus asuntos. ¿No crees que ya tienen bastante con los suyos? Si vas al bosque te darás cuenta de que tu presencia les resulta indiferente. La quietud de las cosas es una de tus principales ventajas, pero fijo que no sabes aprovecharla. Ha pasado tanto tiempo mirando el cielo nublado que en una noche estrellada no sabe a donde mirar. Sabe orientarse con una brújula sin aguja, pero no sabe mirar al cielo estrellado. Si quieres hablar con él su número es 666, su casa es oscura y macabra pero tiene una calefacción cojonuda. Desde los ricos a los pobres, desde los buenos hasta él; todos tienen sus propios problemas como para que esperes que a las flores del bosque les importen tus asuntos.
sábado, 15 de octubre de 2011
Poca iluminación
¿Quieres verlo? Hay luz detrás de las cosas, es algo sencillo. Los mejores momentos son los que no quieres que se acaben, y no es tan fácil saber cuales son. Es una sensación, es la tranquilidad. Esas conversaciones que deseas alargar hasta el fin de tu energía, conversaciones en las que todas las frases suenan perfectas, en las que te entiendes mejor hasta a ti mismo. Esa es la luz que hay que ver detrás de los momentos. Si todos los momentos de tu vida fuesen así podrías brillar como la propia felicidad. He visto luz en algo que me salía bien, he visto luz en mis sueños, en mis pesadillas, la he visto también en una fotografía, en una frase, en una mirada, en un rostro, en un aroma, un perfume, una textura, hasta en una luz he visto luz. Pero mantener esa luz no depende de uno mismo, ese momento debería hacerse eterno, pero nada es eterno, por eso hay que alargarlos, retenerlos, recordarlos, la melancolía es una poderosa aliada de la tristeza. No te dejes vencer. Necesito ver la luz que hay detrás de las cosas.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Un mal día
Si el Sol no saliese esta mañana por lo menos sería un acontecimiento interesante, pero seguro que se asoma y nos mira. A partir de hoy mi diversión está perdida, como un hueso enterrado en el jardín. Para encontrarlo necesito al perro que lo enterro, y no se cuál es. Sigue andando por la senda que mientras no veas un acantilado no tienes porque frenarte. No es tan fácil caerse por el acantilado, en serio, ¿por qué tanto miedo? Elige tu propia senda, si ves una acantilado es que no es la tuya, pero sigue intentándolo. Si pensamos en el tiempo que perdemos haciendonos preguntas absurdas veríamos que en ese tiempo podríamos cambiar de camino y seguir hacia delante. No hay señales de stop en mi vida, pago a gente fuerte para que las arranque del suelo y triture sus pedazos, me gusta hacerme pulseras con el metal que les saco. Podeis dispararme, no os lo agradecería nunca pero lo comprendería. Puedo entender casi todo menos a mi mismo. Conservo mis sentimientos en una caja debajo de la cama, no puedo perder lo único que merece la pena. Ojalá el Sol no saliese esta mañana.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Colgado de un acantilado...
...me gustaría verme. En un momento de lucha, de renunciar a todo o de hacer un último esfuerzo por salvar mi mundo. Mi vida es mi vida, con esa frase se resume todo, nada debe importarme más que mi vida porque sin mi vida ya no hay nada. Es cierto que todo sigue, el mundo no se para en el momento en que uno muere, pero una vez muerto no se puede percibir el avance del tiempo, el avance del resto de vidas. Todo se reduce a la unidad. No puedes pensar como otra persona, tú piensas como tú. No intentes ponerte en mi lugar, asumid que somos lo que somos, que no importamos nada, que nada importa nada. Somos animales, no vemos más allá de lo que nuestra genética y los años de evolución nos dejan ver. Dejarse llevar por la experiencia te lleva a lugares, pero en esos lugares solo los sentimientos son capaces de hacerte algo mejor. Estamos en una posición inmejorable para experimentar, porque podemos experimentar con nosotros mismos, con lo que no sabemos de nosotros mismos. Dejarse llevar por los sentimientos es lo único que marca la diferencia en tu vida, es lo único por lo que merece la pena subir del acantilado.
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