sábado, 13 de julio de 2013
Eh Optimista comparte las papas
Te despiertas preparado para lo peor, para una resaca de libro. Apenas has dormido, solo has sudado hasta dejar de estar borracho y empezar un nuevo día. Estás en esa situación y cuando comienzas a moverte sientes que todo está genial, que tienes más energía que un ratón con un bebedero de redbull. Pones un disco de Graveyard hasta que el amplificador vibra, acordes que perforan tímpanos y te bloquean el pensamiento mientras fumas y bebes agua. Cambias a Black Keys, un poco de Nick Cave, un par de conciertos de piano de Keith Jarrett... Te fumas otro cigarro, bebes más agua, piensas rápido y no sabes en que piensas. Tienes todo un día por delante y ganas de hacerlo todo y nada que hacer a la vez. El suicidio del alma recae en la indecisión. Yo puedo tocar el piano y fumarme otro cigarro, pero habrá quien no tenga nada que hacer. Claro que sí negro, bastante tienes con lo tuyo.
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