lunes, 21 de noviembre de 2011
Delirios de grandeza
Buenas noches Murcia, que ya es hora de dormir. Por lo menos para quién no tiene nada que hacer. Si me dais algo por lo que luchar lo mismo me quedo despierto una hora más. Tengo sueño y mi ilusión se la metió por el culo un pedófilo muy simpático al que llamábamos Padre Ramiro. Mi ilusión es el VIH que te regalan al apadrinar un monísimo niño etíope. El detergente fantástico-milagroso-masturbador-orgásmico de los anuncios está muy rico mezclado con vino y unas pastillitas. O eso me dijeron sus creadores en un viaje que hice al más allá no hace mucho. El infierno tiene las mejores discotecas y los peores restaurantes. San Pedro baja mucho, se quita las alas y a bailar. Le hice meterme en el cielo a cambio de unas píldoras que llevaba y que llamaron su atención. Ahora le llamo Peter y me avisa de nuevos muertos que puedan interesarme, ¿sabíais que se ha muerto Justino Biabas? Al parecer le dio un derrame tras una raya de una cocaína muy buena. Ahora en realidad es un enano metido en una carcasa, sorpresa para las fans. Peter me mantiene informado. Y los findes de vuelta al infierno, que han abierto una Pacha.
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