Hoy he ido a la estación de milagros a ver si conseguía coger el mío. Me han dicho que llegaba al andén 1222345232987 y no ha llegado. Durante algunos ratos he pensado en irme, pero mi milagro podía aparecer en cualquier momento. Los ricos tienen el horario de la estación, yo sólo tengo paciencia. Me he quedado durmiendo cinco minutos y no me lo voy a poder perdonar nunca. He preguntado a un anciano si había visto mi milagro pero me ha dicho que el ya no ve nada. Me he fumado un cigarro y he seguido esperando. He comido algo en la cafetería más cercana, por suerte tienen cristaleras y he vigilado mi andén todo el tiempo. He contratado un urinario portátil para no tener que alejarme. Fumarme un cigarro tras otro, eso ha sido el resto. Me he fumado el último y he cerrado los ojos. Una chica me ha tirado un paquete de tabaco y con un guiño me ha dicho que los milagros se persiguen, no se esperan.
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