miércoles, 1 de febrero de 2012

Gracias

 Una chica tiene mi nombre tatuado en el ano para cagarse en mí siempre que pueda. A esa chica no le caigo bien, y como a ella a otras muchas. No me importa demasiado, seguro que tienen razón y que soy un capullo, pero así la chica a la que cuide sabrá que es porque la quiero. Un chico me ha roto un vaso en la cabeza porque su novia se ha tatuado mi nombre en el ano, le he dicho que no era mi culpa pero dice que soy un capullo y que le he jodido la vida. Me sentiría culpable si me importase una mierda ese tío y si no me sangrase tanto la cabeza. Ya en el hospital el médico me ha dicho que me conoce, que es amigo de mis padres. Se ha puesto pesado y me he ido con sólo cuatro puntos en la nuca de seis que correspondían. Al salir del deprimente edificio níveo unos chicos en un coche me han dicho de todo menos guapo, he apuntado su matrícula para saber donde tengo que cagar mañana. Mientras ando hacia mi piso veo mi foto en los carteles. Soy un buen producto, me han vendido bien. Antes de morir mi padre me dijo que era un repulsivo manipulador carente de moral, le di las gracias. Mi padre y yo nunca nos entendimos, yo buscaba dinero y el honor. Una vez en mi casa me he tumbado en el sofá con mi paquete de tabaco y una botella de zumo. Cuando me levante me tomaré una cerveza y me daré un paseo. Intentaré dormir bien aunque sea un capullo.

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