lunes, 19 de marzo de 2012

Les enfants terribles

Cuando te acercas tanto que puedes ver claramente cada poro de su piel, cuando la miras a los ojos y te mira y no podrías asegurar cuanto tiempo has estado así, cuando se duerme apoyada en ti y solo te esfuerzas en no despertarla, cuando gime, cuando te muerde, cuando de verdad no hay nada que decir. Eso es amor, y los niños tontos nacidos de las vacas gordas me lo están destrozando. Los imbéciles tendrían que llevar un brazalete con una estrella, o para el caso un D&G o un escorpión. No habrá paz para los cristianos... ronaldos. Te ciegan con sus chándal amarillo radioactivo y sus rosarios fosforescentes. Rosarios no para entrar al cielo, sino para entrar a la discoteca. Si Dios me oye les pondrá cadenas de plomo al cuello para no levantar cabeza. Quiero una novia que sepa estar quieta y que sepa moverse, que me mire, que se duerma la siesta conmigo, que le guste la lluvia pero no más que el sol. La quiero y aún no la conozco.

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