domingo, 22 de abril de 2012
Poesía impura
Sigo estancado sin saber qué quiero, sigo teniendo los mismos deseos y los mismos miedos que hace diez años. No me importa lo que me dicen, no me importa lo que veo. Siento como mi personalidad se afianza dentro de mí bloqueándome, me resta libertad. Oigo mis pensamientos como las voces de un extraño, algo ha cambiado y lo sé. Algo ha cambiado dentro de mi y nadie lo puede ver. Invisible, como un cáncer transparente que el cirujano nunca extirpará. Tiene más fuerza que yo y ya no me queda voluntad. Me dejo llevar, nada cambia. Ahora vuelvo ha hacer ejercicio porque vuelvo a soñar por las noches. Todo está cambiando en mí. No cambio yo, cambia mi funcionamiento. Siempre he sido igual, siempre he escuchado los Red Hot y he mirado por la ventana. Quiero fumarme otro cigarro, uno muy largo que me de tiempo para pensar. Pero pensar ya es lo de menos, piense lo que piense no permanece más de un día. Cuando despierto todo empieza de nuevo. Despertar, clase, comida, tiempo libre, tiempo de estudio, tiempo libre, dormir... Toda una vida en la que no he necesitado esforzarme en casi nada, todo salía solo, y de repente todo me cuesta mucho más. Sufro de algo que no tiene cura médica, y si no me curo pronto terminaré muerto. Todo esto suena mucho peor de lo que yo lo siento. Porque al fin y al cabo solo son voces de un extraño dentro de mi cabeza. Yo me siento bien, casi nada me importa, solo dejo que pase el tiempo por si algo cambia. Sigo pensando que el amor mata mi locura, pero no encuentro amor últimamente. Necesito un cigarro muy largo y una chica bonita que se lo fume conmigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario