miércoles, 17 de agosto de 2011
Mientras duermo
Acostado en la cama me puse unas velas para que la iluminación fuese suave, leí un poco y cerré los ojos. El momento previo al sueño es precioso, no estas durmiendo pero ves pequeños sueños en tus párpados cerrados, como los trailers antes de una película. Empecé a ver unos puntitos de luz y unos cambios que daban la sensación de estar viajando por Las Vegas a velocidad supersónica, seguí con mis pensamientos y mis extrañas visiones pre-oníricas. Tras un largo rato debatiendo conmigo mismo sobre mi vida y demás pesares me fijé en que las luces que se movía en mis párpados no había cesado. Me desperté, mi casa estaba ardiendo por las putas velas.
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