-Deberías probarlo-
-Yo no pruebo esas cosas, me dan miedo-
-¿Estás seguro? Yo tampoco quería y mírame ahora, yo creo que lo vas a probar-
-Puede ser, cuando no estés mirando-
-Buena respuesta-
-Gracias-
-Creo que es lo más inteligente que he oido en mi vida-
-Tampoco hay que exagerar-
-Si no lo aprecias es que lo has dicho sin darte cuenta de la sensatez de tu propia construcción-
-¿Me estás insultando?-
-¿Me preguntas porque no lo entiendes?-
-Al final tendré que irme, como siempre-
-Estas conversaciones nunca acaban bien, ¿verdad?-
-Verdad-
-Bueno, pues vete, realmente me estoy cansando de tu absurda y superficial cháchara y tu corto nivel de compresión-
-Me iré cuando pruebe eso-
-¿Ahora sí quieres? ¿No era cuando yo no te estuviese mirando?-
-Date la vuelta-.
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