lunes, 1 de agosto de 2011

You didn't know what to say

Porque todos tenemos fallos en nuestro historial, nadie es perfecto, lo preocupante es ser el único y absoluto subnormal culpable de tu propia desgracia, eso es lo jodido, no tener a quien echar la culpa. Cuando te das cuenta de que eres tu peor enemigo piensas dos cosas, "estoy jodido" y "por lo menos me conozco tan bien como para destruirme involuntariamente". Lo primero duele, lo segundo es díficil de entender hasta la quinta o la sexta vez que te destruyes y lo piensas. El proceso de adaptación a la autodestrucción es largo y díficil, yo aún no he acabado. No es que quiera autodestruirme, pero no se qué hacer, es como tener un GPS en el coche que te diga "en el próximo cruce gire a donde le de la gana y siga recto hasta su incierto destino". Todavía no entiendo que pretendo, ni para que sirve lo que hago, no se si soy un duro o un blando, un cabrón o un romántico, no soy nadie. A veces pienso en que sería de mi vida si tuviese el valor necesario para salir de mi casa, salir de mi pueblo, salir de mi país, salir de este mundo de mierda que me rodea y me envenena destruyendo todo cuanto quiero, y lo peor es que no es el mundo el que arrasa todo, soy yo el que convierte MI mundo en una maquina de demolición, yo le doy vía libre para destruir, yo pulso el botón que detona mi mente, que hace volar por los aires todo cuanto pienso y añoro. Lo único que tengo claro es que quiero enamorarme de una chica perfecta, de la que nunca dude, de la que nunca odie nada, de la que ame todos y cada uno de sus detalles, pero el problema es que la imperfección entra dentro de mi perfección, y no se qué hacer. Me siento perdido en ese océano que son mis dudas, ¿pero qué dudas? Ni siquiera sé si tengo dudas, no oigo mi propio pensamiento.

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