lunes, 9 de julio de 2012

500 noches

Ahora mismo solo me apetece un poco de hierba y dormir bien. Hace tiempo que no duermo bien. Dormir bien no es tan fácil, depende del sueño y de lo que se sueña y si de si se vive el sueño. Últimamente solo sueño si estoy borracho, y emborracharme a diario no sería bueno. Pero quiero soñar a diario. Nadie me quitará mis sueños, esos en los que vuelo o en los que registro un hospital lleno de zombies en la compañía de mi antiguo mejor amigo. Recuerdo un sueño que se repetía muy a menudo y era un sueño en el que los mismos ladrones mataban a mi mismo padre (mi madre no aparecía, no se por qué), yo robaba el mismo coche y huía a la misma casa en la que todo era lo mismo. Entonces conducía por las calles de un pueblo y después estaba en la autopista y conducía muy bien porque era un coche muy bueno, el mismo buen coche una y otra vez. También he soñado muchas veces con el Jorobado de Notredame pero eso es caso aparte porque nunca he visto esa película y no se por qué coño soñaba con esa mierda. Disney ha hecho mucho daño. Si dibujas a los animales sin su sexo correspondiente los niños pequeños se confunden. Aprendí antes la diferencia entre un león y una leona por la melena que por el sus órganos. Volvamos a los sueños. Tengo uno muy bonito que se puede considerar pesadilla, pero a mi me encanta. Es un sueño extraño. Entro en un túnel del terror, montado en una barca por una especie de río rojizo. Entonces el techo se estrecha, un techo de madera ruinoso, y caigo por un extraño tobogán que siempre parece eterno y que termina en algo que ya no recuerdo. Ahora mismo tengo todo el tiempo libre, y eso es una mierda. Un hombre feliz es un hombre ocupado. El instinto defensivo nos lleva a fijarnos más en las cosas malas, estamos alerta. Cuando alguien se para a pensar acaba pensando en cosas malas. Y eso es triste, o al menos lo era. Llevo tanto tiempo pensando en cosas tristes que me afectan lo mismo que un cubata de agua con cubitos. Ya no siento nada cuando pienso, solo pasividad. Algún día todos mis sueños volverán a buscarme y yo no tendré ganas de dormir.

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