domingo, 8 de julio de 2012

Te lo digo a ti

Sí, a ti. A esa que se da por aludida si casualmente lee esto. Tú lo eres todo para mí. Voy a pasarme la vida intentando encontrarte, así que ahórrame un poco de trabajo y búscame un poco tú también. Tienes un pelo precioso y tus ojos dicen más que mis palabras. No hay nadie con los labios tan tiernos y la piel tan suave. Eres la armonía y tu cuello rompe mis defensas. He soñado contigo desde que recuerdo mis sueños, y has cambiado. Las revistas de moda no te sacan en portada y no por eso eres menos hermosa que todas ellas. Un vaso de whisky, un poco de hierba y contigo en la cama. Ese sería el sueño perfecto y probablemente el más doloroso. El día que sustituyas a la almohada seré todo lo feliz que se puede ser. Ese día será largo, porque lo alargaré todo lo que es posible alargar los días. Y ese día se convertirá en semanas, meses y con suerte años. Y cuando ese día acabe y te levantes de mi cama solo podré pensar en que la vida mereció la pena. Una hostia tras otra, una puta mierda que huele a podrido y que solo tu presencia arreglaría. Nadie me toma en serio porque nadie me entiende porque nadie sabe hablar el idioma de los pueblos perdidos. Tengo que hablar conmigo mismo y no me doy buenos consejos. Me vuelvo loco, muy loco, y solo espero que el día que te tumbes a mi lado esté lo suficientemente cuerdo como para alargar ese día hasta que reviente. El día que pueda tocar tu pelo mientras duermes mientras pienso: Ahora empieza la vida.
Porque dicen que soñar es de inmaduros sé que solo soy un niño.

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