miércoles, 11 de julio de 2012

Cromático

Hoy he escupido sangre, por la mañana, al ducharme. Ahora son las cinco de la madrugada y estoy fumando con mi hermano mientras bebemos ron con cocacola. He escuchado una "música" que me ha producido imágenes siniestras y sensaciones extrañas. He parado por miedo a una taquicardia. Cuanto me preocupa la salud a corto plazo y que poco a largo. Nada a largo. Tengo un botiquín que no abro desde hace diez años y no lo necesito. Mis pulmones van a aguantar lo que les eche y mi cerebro tiene hectáreas en las que repartir los daños. Escupo sangre pero no se de donde viene y no me importa. Aparentemente soy un chico sano, y la apariencia es lo que importa. Lo primero es lo primero, y lo que se ve primero es la fachada, y todo entra primero por la vista. El disfraz es más importante que el que lo ha comprado. Eso lo saben hasta los locos que hablan con perros. En un banco del parque un hombre me dijo que me veía cada día con una chica, que le parecía todo un triunfador, pero luego se puso a hablar con su perro y no le tomé muy enserio. Pero iba arreglado porque hasta él sabe que las apariencias importan y mucho. No digo que sea superficial, es solo que elijo lo que como según sus colores. Pero tampoco me comería un arcoiris. Es lo que tiene pensar demasiado, que acabas sin saber en que pensar y por qué has pensado tantas cosas. No se de dónde me viene el amor por la autodestrucción pero se que viene de lejos y después de un camino tan largo no soy quién para decirle que se vaya. Yo no elegí mis ideas, solo elegí mi cuerpo. Lo moldee acorde a lo que buscaba. De ahí su importancia, él es total y absolutamente mío. Mis ideas un día volarán y en Australia habrá alguien pensando como yo pensaba y será un chico feliz pero triste y no sabrá que hacer hasta que sus ideas vuelen a Japón. Algunos muertos tienen más en común conmigo que muchos vivos, por eso no acabo de despreciar la muerte. Disculpen si no se me levanta diría yo, es una buena disculpa. Casi todas las chicas tienen algo especial y me mantengo vivo para ellas, pero el día que llegue lo peor espero que aún me quede alguna porque se que algún órgano está deseando fallar, y algún otro follar. Me gusta pensar que el tabaco aumenta la resistencia y el alcohol potencia mi hígado. Todo quedará atrás el día que quede con la muerte para charlar en un bar, solo quiero que se me permita una última cena. Quiero comerme algo que tenga mis colores favoritos.

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