domingo, 5 de agosto de 2012
Jet lag
Creo que voy a morir pronto. Dentro de unos cuatro años. Ninguna chica se va a comprometer conmigo cuando se lo diga. Nadie va a amar a un loco. Pedir amor dando la vida como aval es una forma muy cruel de pedirlo. Voy a necesitar un milagro para salir de esta. Un día me despertaré y pensaré en lo mal que va todo y aunque puede que solo sea otra mala racha ya no aguantaré más y moriré. Será una muerte natural, algo así como un suicidio natural. Estar muerto no puede ser malo, no puede ser nada. Debe ser como lo que siente la bombilla al fundirse, una pérdida repentina de toda energía. En realidad no se como pensar. No me quiero morir pero me da miedo ser como todo el mundo, ser un zombie más que no ha conseguido ninguno de los regalos que pidió de pequeño. Tiene que ser duro mirarte al espejo y pensar: Ésto es lo que soy y ya no hay tiempo para cambiar. Vamos dejando que pasen los días como si no tuviésemos prisa pero en realidad deberíamos tener mucha. ¿Quién inventó los propósitos de año nuevo? Deberían colgarle en la plaza de su pueblo natal. Los propósitos tienen que ser inmediatos, propósitos del minuto nuevo. Hay que aligerar el paso si queremos llegar a tiempo para coger el avión, y si lo perdemos estamos perdidos. Aún no he visto a nadie que haya cogido bien todos sus aviones y que a veces llegaban a tiempo pero con el pasaporte caducado. Todo tiene que estar en regla, y cuanto menos equipaje mejor. Ve corriendo hasta la terminal, que allí te espero yo con mis deseos y mis miedos.
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