jueves, 2 de agosto de 2012
Keep off
Eh tú, aparte tus sucias manos de mi chica o te las corto. Arrodíllate y bésale la mano o te corto la lengua. Vete a tu puta casa y acuéstate pensando en que te voy a degollar cuando cierres los ojos. Hay una imagen en tu ventana y no sabes de quién es. Quizá sea mía. Quizá sea tu verdugo esperando el hacha que corta tu cuello. O lo mismo solo es el árbol de la esquina que hace silueta con la luz de la farola. Matas moscas con el rabo mientas yo beso a mi chica. No te queda tiempo en la vida para pensar en lo que quieres ser porque lo que quieres ser no lo vas a ser y eso te jode. Jódete, que te jodan a ti a tu familia de desgraciados sin virtud. No tienes elegancia ni para entrar en mi casa. No tengo alarma pero mi alarma salta cuando te acercas. Tengo un radar que detecta gilipollas y pita mucho ahora que te miro. No hay tiempo en la vida de nadie para penar en lo que queremos ser y no vamos a ser. Tiene cinco segundos para arrodillarte y besarle la mano a mi chica por haberle puesto tus sucias manos encima. O las apartas o te las corto. Sencillo como la letra de una canción de Bisbal. Sencillo como el dibujo de un cuaderno de primaria. Sencillo como la muerte de un pájaro. Sencillo como el viento que sopla a favor o en contra según tu suerte. Vámonos a Las Vegas a ver como va tu suerte. Me da que mal. Muy mal. Muy pero que muy mal debe ir tu suerte para que seas quien eres y no alguien mejor. Cuéntale tus penas a quién coño puedan importarle, porque a mí me la sudan mucho. Como mucha es la suerte que he debido tener yo. ¿Me entiendes? No hay tiempo para que sepas quién eres como no hay tiempo para que yo me de cuenta de que soy justo quién quise ser. Yo solo quise ser quien besaba a esa chica bonita de la que tienes que apartar tus sucias manos.
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